Conquista y desalojo de tierra en América

El proceso iniciado por Colón continúa hasta nuestros días

Aline Torres.

Sistema Cutzamala

El proceso de conquista y desalojo territorial, iniciado por Cristóbal Colón, el 12 de octubre de 1942, continúa hasta nuestros días y con ello la resistencia indígena.

En México las tierras del pueblo mazateco, en la cuenca del río Papaloapan, se utilizaron para la edificación de la presa Miguel Alemán con capacidad para 9 mil 106 millones de metros cúbicos destinados a la generación de electricidad y el control de avenidas. La obra se terminó en 1955, pero la reubicación de los 20 mil desplazados no concluyó hasta 1962.

Veinte años después la historia se repitió. La construcción de la presa Cerro de Oro de 4 mil 400 millones de metros cúbicos alejó de sus hogares a 13 mil chinantecos.

Mazahuas y el Cutzamala

En 2002 un mal manejo de la presa de Villa Victoria, del sistema Cutzamala, ocasionó daños a 350 hectáreas de indígenas mazahua. Las autoridades les prometieron otorgarles una indemnización que no llegó.

El 26 de octubre de 2004 los indígenas signaron con el gobierno federal un acuerdo en el que se acordó la instalación de redes hidráulicas para llevar el servicio a las comunidades de la región. Las ofertas no se cumplieron.

El Frente Mazahua intentó, en febrero de 2005, ingresar a las instalaciones de la planta potabilizadora de Berros del Sistema Cutzamala para exigir el pago de la indemnización y las obras pactadas sin obtener resultados.

Sistema de presas del Usumacinta

Durante el gobierno de Vicente Fox se trató de reactivar la creación de un sistema de presas sobre la cuenca del río Usumacinta, iniciado en el sexenio de Carlos Salinas.

Las múltiples protestas han cancelado nuevamente el proyecto, sin embargo, no se descarta que pueda retomarse debido a que la implementación del Plan Puebla-Panamá plantea el reto de generar más energía.

De realizarse el proyecto afectarían territorios pertenecientes a los altos de Chiapas, la selva Lacandona y una parte del estado de Tabasco en México y los departamentos de El Quiché, Verapaz y El Petén en Guatemala. Se calcula que los desplazados serían entre 30 y 50 mil personas.

La Venta II

El proyecto La Venta II en Oaxaca pretende ampliar el parque Eoleléctrico de la zona. Para lograrlo se ha hostigado durante años a los campesinos e indígenas. La resistencia se mermó cuando policías ministeriales encarcelaron al presidente del Comisariado Ejidal, Rafael Solórzano Ordaz.

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha promovido la acción penal en contra de varios ejidatarios bajo el cargo de impedimento en la ejecución de obra pública.

Los que han entregado sus tierras lo han hecho bajo amenazas y engaños. Los contratos, firmados ante notario público, cubren un período de treinta años, durante el cual los campesinos recibirán el pago promedio de 12, 500 pesos anuales por hectárea donde se ubique una torre de aerogenerador.

El caso de Brasil

La invasión de tierras indígenas se extiende a Brasil. En los años 40 el gobierno intentó ocupar las áreas consideradas vacías del centro del país en lo que se conoció como marcha para el oeste”. Los territorios irrumpidos eran de los pueblos Xavante, Kayapó y Xingu.

En los 60 y 70 la construcción de varias carreteras afectó la tranquilidad de los Apinayé, Gavioes y Kayapo con la Belem-Brasilia; los Yanomami, Marubu, Uapii, Kulina y Kanamari con la Perimetral norte; y los Nhambikura y Paresi con la Cuiabá-Porto Velho.

La construcción de presas hidroeléctricas en los 70 y 80 perturbaron a los Parakanan y los waimiri-atroari.

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